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Todo lo que necesitas saber sobre el mundo de la podología

La podología es una disciplina de la medicina encargada de prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades y afecciones en los pies. Nuestros pies juegan un papel fundamental en nuestro día a día y su cuidado es esencial para mantener nuestra salud y bienestar. En este artículo, exploraremos más a fondo qué es un podólogo, cómo pueden ayudar a mantener nuestros pies sanos y cuándo acudir a estos profesionales.

Definición de podólogo y diferencia entre podólogo y podiatra

Un podólogo es un profesional médico especializado en la atención y tratamiento de problemas y afecciones en los pies y tobillos. También se conocen como podiatras; sin embargo, hay diferencias entre ambos conceptos.

Los dos términos pueden utilizarse indistintamente, pero generalmente en España se utiliza el término «podólogo» mientras que en otros países de habla hispana y en América del Norte se emplea «podiatra». Los podiatras también pueden realizar cirugías en los pies, mientras que un podólogo puede o no estar supervisado por un médico generalista.

Diferencias con otras disciplinas médicas

La podología comparte ciertas similitudes con otras disciplinas como la traumatología, especialmente en el caso de lesiones deportivas en los pies y articulaciones relacionadas. No obstante, la principal diferencia radica en que la podología está orientada exclusivamente al cuidado de los pies, lo cual permite una mejor comprensión y enfoque a las dolencias específicas.

¿Cuándo acudir a un podólogo?

Aunque no lo parezca, nuestros pies demandan atención, y muchas veces no les prestamos suficiente cuidado. Algunas situaciones en las que debemos acudir a un especialista en podología son:

  • Dolor persistente o inflamación en los pies, ya sea después de mucho tiempo de pie o durante actividades físicas.
  • Padecer enfermedades sistemáticas que puedan afectar a nuestros pies, como diabetes o artritis.
  • Lesiones deportivas o caídas que puedan ocasionar esguinces, fracturas u otros traumas en la zona del pie o el tobillo.
  • Problemas de malformaciones congénitas o adquiridas que requieran atención específica, como juanetes, deformidades en los dedos o pie plano.
  • Alteración en la forma de caminar.
  • Infecciones fúngicas en la piel o las uñas, así como problemas en los mismos.

Es necesario destacar la importancia de consultar con un profesional médico en caso de cualquier duda o problema relacionado con nuestros pies. A menudo restamos importancia a estas dolencias, pero pueden ser síntoma de afecciones más severas que necesitan tratamiento.

Principales tratamientos y servicios ofrecidos por el podólogo

Los podólogos tienen la capacidad de realizar varios tipos de tratamientos para resolver problemas en los pies y las uñas. Estos incluyen:

  • Tratamientos conservadores: como la aplicación de vendajes, el uso de pomadas medicinales o tratamientos de hielo y calor para aliviar el dolor e inflamación.
  • Ortesis y plantillas a medida: proporcionan soporte adicional o corrección de deformidades anatómicas del pie y mejora el rendimiento funcional en actividades deportivas y laborales.
  • Cirugía menor: intervenciones como extirpaciones de uñas encarnadas, verrugas plantares o eliminación de callos y helomas.
  • Cirugía mayor: operaciones más complejas para tratar deformidades óseas, como juanetes, dedos en martillo o espolones calcáneos.
  • Educación y prevención: fomentar hábitos saludables, enseñanza de cómo cuidar y mantener los pies en buen estado y prevenir complicaciones futuras.

La importancia de la podología en poblaciones especiales

Para ciertos grupos de personas, el cuidado de sus pies es aún más crítico. Algunos casos específicos son:

Diabéticos

Las personas con diabetes pueden presentar una serie de complicaciones asociadas a sus pies, principalmente debido a la neuropatía diabética (daño en los nervios) y la mala circulación. Un podólogo puede realizar un seguimiento continuo para prevenir lesiones o úlceras que, de no ser tratadas apropiadamente, pueden derivar en amputaciones u otras intervenciones mayores.

Personas mayores

Dado que el proceso natural de envejecimiento implica cambios en la piel, articulaciones y estructuras óseas de los pies, es recomendable que las personas mayores acudan con regularidad al podólogo. El especialista puede recomendar medidas preventivas o tratamientos específicos para evitar problemas y mantener una buena movilidad y calidad de vida.

Deportistas

El rendimiento y bienestar de un deportista se ve directamente afectado por la salud de sus pies. Acudir a un podólogo puede ayudar a prevenir lesiones, mejorar la recuperación en caso de existir alguna dolencia, así como ofrecer soluciones para optimizar el desempeño atlético.

Conclusión

La podología desempeña un rol fundamental en el autocuidado y atención médica. Mantener nuestros pies sanos nos proporciona bienestar y nos permite seguir disfrutando de innumerables actividades que pueden verse afectadas cuando dicha salud está comprometida. ¡No descuides tus pies y acude a un podólogo siempre que lo necesites!

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